El gas es una excelente opción si quieres ahorrar dinero. Sin embargo, ¿con qué frecuencia deben ser revisados tus electrodomésticos de calefacción a gas? Utiliza estas sugerencias de mantenimiento para estar seguro durante todo el año. Cuando se trata de calefacción doméstica, el gas es una excelente opción para ahorrar dinero.
Además, todos somos conscientes de que no debemos tomar a la ligera la seguridad de los calentadores de cartucho con termopar. Sin embargo, ¿con qué frecuencia deben ser revisados tus electrodomésticos de calefacción a gas? Aquí te apoyaremos para hacer el máximo esfuerzo posible para usar el gas de manera segura durante todo el año.
¿Es hora de una llamada de mantenimiento?
Tu electrodoméstico debe ser revisado correctamente cada dos años por un agente de servicio competente y registrado, como un gasista certificado autorizado para el servicio de electrodomésticos a gas, incluso si parece estar en perfectas condiciones.
Los calentadores de aire forzado a gas tienen una vida útil limitada, similar a otros electrodomésticos del hogar, dependiendo de lo bien que se mantengan. Pregunta a tu representante de servicio si han cuidado lo siguiente si deseas hacer una revisión.
- Tubo de escape
- Quemador
- Presión de gas
- Intercambiador de calor
- Termostato
- Filtros de aire
- Reguladores
Además, deben limpiarlo a fondo y, lo más importante, realizar la prueba de monóxido de carbono.
Una fractura en el intercambiador de calor, que a menudo es causada por daños por calor con el tiempo, es una de las razones más comunes por las que un horno de gas natural emite monóxido de carbono, por lo que tu representante de servicio debe buscar cualquier síntoma de degradación y tomar medidas rápidas.
Aprende sobre tu sistema.
Entre los servicios, hay algunas tareas de mantenimiento simples que puedes realizar para mantenerlo funcionando bien, identificar cualquier problema temprano y tal vez incluso prolongar su vida útil. Como siempre, consulta primero tu manual. Sin embargo, si puedes acceder a puntos como los conductos de calefacción central y tu guía lo aprueba, aspira estos tú mismo para evitar el sobrecalentamiento.
También puedes buscar evidencia de acumulación de pelusa en cualquier filtro de aire o ventilador; sin embargo, debido a que son un poco más complicados, debes hablar con un proveedor de mantenimiento certificado si crees que necesitan limpieza. Examina tu tubo de escape en busca de daños evidentes, como óxido, grietas o perforaciones.
Nunca dejes de ser vigilante
Llama inmediatamente a tu gasista si observas alguno de los siguientes síntomas:
- Una acumulación de hollín alrededor del calentador; una llama amarilla, roja o con hollín (a menos que sea intencional por razones estéticas, como en un fuego de troncos a gas);
- Una luz piloto que se apaga regularmente o “explota” cuando se enciende;
- cualquier indicador de daño relacionado con el calor, como paneles de calentador o paredes descoloridas, o si la pared se calienta al tacto cuando el aparato está funcionando;
- Un olor desagradable o molestias en los ojos.
¿Cuál es el problema?
Por una buena razón. Cualquiera de estos indicadores puede indicar una combustión incompleta, desperdicio de gas, o incluso peor, una fuga de monóxido de carbono.
Siempre que un combustible se quema, ya sea gas, aceite o incluso un fuego de leña tradicional, el monóxido de carbono está presente. Los calentadores de tuberías de gas que están debidamente mantenidos y revisados regularmente, y en excelente estado de funcionamiento, liberarán este gas al exterior. Sin embargo, un mantenimiento irregular y las averías pueden hacer que este gas tóxico se filtre en áreas donde no debería estar.